martes, 20 de marzo de 2012

Super Rascacielos

Si los rascacielos supusieron un desafío para la ingeniería del siglo XX y un nuevo concepto de diseño con respecto a los edificios tradicionales, los superrascacielos serán la llegada al límite de altura que las leyes físicas permiten para un edificio tal y como lo entendemos hoy, y que, en opinión de algunos científicos, está alrededor del kilómetro de altura.

La ciencia-ficción lleva tiempo hablando de los superrascacielos. En los últimos años, el tema también ha sido abordado por algunas compañías avanzadas de ingeniería, que han presentado ideas de diseño para posibles proyectos futuros.


Los superrascacielos deben poseer características arquitectónicas que les hagan resistentes a terremotos y huracanes. Deberían pues poseer elementos tales como elasticidad estructural, composición modular, anclajes mediante tensores como los de los grandes puentes colgantes, y un sistema de control del equilibrio. La ingeniería ya ha demostrado en los últimos tiempos que un rascacielos bien diseñado puede ser más seguro ante terremotos y huracanes que un edificio menos alto pero con un diseño más precario. Obviamente, desafiar a la naturaleza tiene un límite; la cuestión es dónde está ese límite, o, en este caso, qué altura puede alcanzar un edificio sin volverse peligrosamente inestable.

Los superrascacielos contarán con equipamientos casi tan espectaculares como su altura. En un edificio de 800 metros de altura, serían habituales elementos tales como una gigantesca bóveda transparente en la cúspide, varias azoteas en distintos niveles provistas de pistas para helicópteros, un parking para cinco mil automóviles, un jardín interior en el vestíbulo, un sistema para recoger y potabilizar el agua de lluvia, una pequeña central eléctrica propia para no tener que depender de las líneas externas, y, por supuesto, ¡ascensores de alta velocidad!


Vivir en un edificio tan inmenso, lleva a un nuevo concepto de cultura urbana, ni más ni menos. Un superrascacielos será más parecido a un pueblo o ciudad pequeña que a un edificio. Es una situación difícil de asimilar para nuestra mentalidad actual, pero tiene su lógica: Cada edificio será una comunidad de miles de personas, equipado de viviendas, comercios, clínica, escuela, comisaría, estaciones de transporte público en el vestíbulo, oficinas de empresas, y todo lo necesario para que el habitante sedentario que tenga su trabajo en el mismo edificio, pueda pasarse años sin bajar a la calle si no le apetece, una circunstancia portentosa aunque también un tanto inquietante.

Lo positivo de los superrascacielos es que, de seguirse la política adecuada, permitirían descongestionar la superficie urbana, y dedicarla a la repoblación forestal, algo muy importante ante la creciente deforestación del planeta. Un distrito atestado de casas y pequeños edificios podría transformarse en un grandioso parque natural con un único superrascacielos en el centro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario